Una empresa argentina inventó robots que cuidan tus dólares contra todo

El Cronista – 21 de marzo

Cómo funcionan las nuevas cajas de seguridad tecnológicas que protegen los dólares contra todo y dónde se pueden conseguir.

El dólar oficial recibirá nuevas presiones a partir de la aceleración de la inflación y la suba de las tasas de interés que dispuso el Banco Central. En las próximas semanas, la entidad debería acelerar el ritmo de devaluación diario para ubicarla nuevamente cerca de la variación de los precios de la economía, de acuerdo con la previsión de los economistas.

Sumado a esto, hay un cambio a nivel internacional, donde las entidades financieras se vuelcan a la virtualidad para el resguardo de valores. Es en este contexto que la empresa INGOT  cobra especial relevancia, con su sistema robotizado y sus bóvedas automatizadas, que implementan lo mejor de la tecnología para la seguridad del cliente.

La empresa es de origen argentino y se dedica al alquiler de cajas de seguridad privadas. La propuesta de la empresa es trabajar con 1.800 robots instalados en el mundo para ofrecer un servicio de pura confidencialidad, seguridad y conveniencia.

En este sentido, la empresa está equipada con nueve niveles de acceso, control biométrico de huella, rostro e iris, estrictos protocolos de seguridad, más de 100 cámaras, sensores sísmicos y de movimiento y salas de reunión y escritura, a disposición del cliente.

«Siguiendo la tendencia internacional, ofrecemos un servicio innovador, donde la seguridad, tecnología, calidad de atención y flexibilidad nos diferencia del resto, brindando una experiencia única al cliente», aseguró Juan Piantoni, CEO de INGOT. 

Cómo es la seguridad de las cajas para guardar dólares

Las seccionales de la empresa están ubicadas en lugares no tradicionales -aunque hay un local en el Microcentro-, y permiten a los usuarios agendar un turno en cualquier día y horario y entrar de manera discreta, sin que ningún otro usuario o persona ajena a la empresa se entere. El servicio está disponible las 24 horas  los 365 días del año, permite que ante una emergencia sea posible acceder a la caja de seguridad sin necesidad de autorización de la empresa.

La infraestructura del servicio cuenta con nueve anillos de seguridad, que incluye puertas blindadas con sistema de esclusas, cerrojo, molinete de alta seguridad, detector de metales, puertas corredizas y reconocimiento biométrico de huella, rostro e iris, junto a ID y PIN personal.

La contratación de la caja incluye un seguro de 50.000 dólares y el cliente puede aumentarlo hasta 300.000. Además, al igual que con las cajas tradicionales, se puede contratar con uno o más titulares y también con personas autorizadas. 

Dólar blindado: las bóvedas más seguras del mundo son argentinas, ¿cómo funcionan?

El Cronista – 20 de enero

El alquiler de cajas de seguridad privadas es un negocio cada vez más popular en un mundo donde crece la inseguridad y la digitalización bancaria. ¿Cuál es la mejor forma para resguardar mis ahorros?

El ahorro en dólares ya es una actividad religiosa para aquellos argentinos que buscan proteger su poder adquisitivo. Sin embargo, las alternativas tradicionales para guardar los billetes verdes se acotan cada vez más, puesto que el alquiler de cajas de seguridad se encarece, y tirar los activos bajo el colchón no resulta una opción segura.

Sumado a esto, hay un cambio a nivel internacional, donde las entidades financieras se vuelcan a la virtualidad para el resguardo de valores. Es en este contexto que la empresa INGOT cobra especial relevancia, con su sistema robotizado y sus bóvedas automatizadas, que implementan lo mejor de la tecnología para la seguridad del cliente.

ALQUILER DE CAJAS DE SEGURIDAD: ¿QUÉ ES INGOT?

INGOT es una empresa argentina dedicada al servicio de alquiler de cajas de seguridad privadas. Su particularidad es que, además del sistema tradicional de resguardo, también cuentan con más de 1.800 robots instalados en el mundo para ofrecer un servicio de pura confidencialidad, seguridad y conveniencia.

En este sentido, la empresa está equipada con nueve niveles de acceso, control biométrico de huella, rostro e iris, estrictos protocolos de seguridad, más de 100 cámaras, sensores sísmicos y de movimiento y salas de reunión y escritura, a disposición del cliente.

 «Siguiendo la tendencia internacional, ofrecemos un servicio innovador, donde la seguridad, tecnología, calidad de atención y flexibilidad nos diferencia del resto, brindando una experiencia única al cliente», aseguró Juan Piantoni, CEO de INGOT.

Cabe mencionar que la firma cuenta con 5 tamaños distintos de cajas para adecuarse a la necesidad de cada cliente.

INGOT: DÓNDE PUEDO ALQUILAR CAJAS PRIVADAS DE SEGURIDAD

INGOT nació en el 2019 y hoy ya cuenta con más de 3.500 clientes. La firma cerro el 2022 con 6 sucursales (Casa Central – Av. Corrientes 629, CABA, Puntal del Este, Nordelta, Córdoba, Flores y Quilmes) y planea abrir 4 en este 2023 (Thays Parque Leloir, Mendoza, Salta y Neuquén).

INGOT: LAS BÓVEDAS MÁS SEGURAS DEL MUNDO

Una de las recientes incorporaciones de la empresa argentina fueron las bóvedas automatizadas, «desarrolladas y fabricadas en Alemania por Gunnebo, líder global en soluciones de seguridad, que ofrece productos y servicios innovadores para controlar el flujo de personas y proteger los objetos de valor contra robos, incendios y explosiones». 

Se trata de un sistema de resguardo de valores con más de 1.800 robots instalados en el mundo. Las estructuras pesan más de 16 toneladas y se fijan a la estructura de la sucursal. Además, tienen sensores sísmicos integrados y están preparadas para ataques con oxicorte, punta de diamante y explosivos. 

Cajas de seguridad privadas: explota la demanda pero faltarían bóvedas, cámaras y equipos biométricos

El Cronista – 19 de julio

El negocio de las cajas de seguridad privadas vive un boom en la Argentina desde las PASO de 2019, fenómeno que se acentuó con la pandemia, debido a la incertidumbre macroeconómica y la menor oferta de los bancos, sumado a la ampliación de este servicio.

Pero las trabas a las importaciones amenazan con frenar su crecimiento. Si la situación no se revierte, en los próximos meses, faltarían bóvedas. Hausler e Ingot, empresas referentes en el sector, temen que sus planes de expansión se vean afectados por las restricciones a la compra del equipamiento que traen desde Alemania.

Ambas compañías proyectan abrir nuevas sedes en lo que resta de 2022 y durante 2023. Hausler tiene en carpeta la inauguración de dos sucursales antes de fin de año -una en Santa Fe y Callao, y otra sobre la avenida Figueroa Alcorta- y cuatro para el próximo, con foco en el interior. En tanto, Ingot abrirá tres antes de fin de año, en Quilmes, Flores y una locación que dará a conocer en breve. Al igual que su competidora, tiene previstas otras cuatro para 2023.

Las firmas ya tienen la mayor parte de la infraestructura necesaria para las aperturas más próximas, pero aún no ingresó la que requieren para montar las siguientes, en un contexto de alta demanda, en el que varias de sus sucursales operativas tienen lista de espera y otras están con una ocupación casi plena.

«Además de las bóvedas, importamos el sistema de biometría y el circuito de cámaras de televisión. Se trata de tecnología que importamos en su totalidad, porque no se fabrica en la Argentina. No tiene sustitución», asegura Carlos Gesino, CEO de Hausler.

«Tenemos cubierto este año, porque anticipamos las compras en un escenario de planificación adelantada. Pero estamos preocupados por 2023. No tenemos ninguna orden de importación por delante», reconoce el ejecutivo, que se encuentra negociando con un proveedor germano la financiación con plazo a 180 días, como lo estipula la disposición del Banco Central que rige para la industria.

Hausler crece a un ritmo del 30% interanual, medido en términos de superficie constante. «En los últimos dos años, experimentamos un crecimiento sostenido. Vemos una fuerte migración de clientes del sistema bancario ante la contracción de su oferta, por el cierre de sucursales y la escasa disponibilidad actual. A eso se le suma el descontento con el servicio», explica Gesino.

La empresa cuenta con más de 11.800 clientes y seis sucursales, ubicadas en el microcentro porteño (en Florida y Paraguay), Belgrano, el shopping Alto Palermo, Martínez, Pilar y Córdoba capital. «La del centro está al límite de su ocupación. En las otras, realizamos inversiones para ampliar su capacidad», detalla.

El año pasado, Hausler introdujo un servicio superador de resguardo de valores, que busca instalar en sitios de proximidad a domicilios, donde el usuario opera sin intermediarios y la interacción se realiza de forma electrónica, sin contacto humano. Para hacer sus transacciones, debe ingresar a un espacio privado blindado. Allí, un robot le acerca su caja de seguridad que, luego de sus movimientos, se encarga de retirar y guardar en el lugar correspondiente.

Por su parte, Ingot registró un 50% más de demanda en su casa central de Corrientes y Florida, a partir de la crisis que generó la renuncia de Martín Guzmán. El resto de sus sucursales, las de Nordelta y Córdoba, tuvieron un 30% más. Actualmente, tiene 3500 clientes y busca concientizar a la población sobre la importancia de proteger sus valores fuera del hogar y la oficina, lejos del alcance de un delincuente, una inundación o un incendio.

«La sede de Nordelta ya está completa. La incertidumbre aceleró nuestro crecimiento desde que iniciamos las operaciones en 2019. Nos llegan consultas de mucha gente que busca conocer la oferta, ante la posibilidad de que la situación empeore, para estar preparados por si llega ese momento», destaca Juan Piantoni, CEO y fundador de Ingot.

Como en el caso de Hausler, sus bóvedas son de origen alemán, totalmente automatizadas. «Por el cupo a la importación de bienes de capital, nos preocupa la posibilidad de que no accedamos a insumos básicos para las próximas aperturas. Para la sucursal que abriremos en Flores, ya tenemos todo el material. Pero para la que montaremos en Quilmes tenemos un 75% de los componentes que precisamos para dejarla lista. No tenemos confirmado uno de los robots», admite Piantoni.

CAJAS DE SEGURIDAD NO BANCARIAS, UNA PROPUESTA DIFERENTE

Con precios más bajos que los de su competencia bancaria, las cajas de seguridad privadas buscan diferenciarse con más prestaciones y tecnología de avanzada en su seguridad. Entre sus ventajas, sobresalen un horario de atención más amplio (de lunes a sábado), un plazo de contratación flexible y el uso de salas de reunión y espera individuales.

El alquiler puede pactarse por días, semanas o meses, mientras que en los bancos, generalmente, los contratos son anuales. Para ser cliente, solo hace falta presentar el DNI y un servicio a nombre del titular.
Los valores de las cajas varían depende del tamaño. Hay cuatro disponibles (chica, mediana, grande y extra grande). El dato no es menor. El 90% de los bancos solo ofrece la medida más pequeña. A su vez, hay bóvedas exclusivas para cripto wallets y arte.

Al ingresar a las sucursales, se deben atravesar diferentes niveles de acceso que incluyen molinetes, puertas enrejadas, detectores de metales, sensores de movimientos, barreras infrarrojas e identificación personal con lector de huellas dactilares y reconocimiento facial y de iris.

Además, cuentan con personal de seguridad las 24 horas los 365 días del año, circuitos cerrados de cámaras con monitoreo remoto, sistemas de alarmas sofisticados y protección de datos personales encriptados. Se resguarda la identidad del cliente a través de un alias, evitando su contacto con otras personas.

Por la pandemia, empresa de cajas de seguridad amplía su negocio de Nordelta a Flores

El Cronista – 05 de junio

La firma Ingot desembarca en dos semanas en zona norte. Además, tiene previsto este año abrir sucursales que apunte al ahorrista medio

En medio de la pandemia, Ingot, la empresa de cajas de seguridad privada continúa su plan de expansión. Con una inversión de u$s 1millón, la compañía abrirá su primera sucursal automatizada en Nordelta. A dos semanas de la apertura oficial ya se pre-acordó el alquiler del 20% de los espacios. Además, planean extender su negocio, a los barrios, donde está el ahorrista medio.

«Las cajas de seguridad de las entidades financieras históricamente tienen porcentajes de ocupación superiores al 90% y trabajan con lista de espera. Nosotros venimos a resolver ese problema y a ofrecerle la posibilidad de resguardar los ahorros a los miles de argentinos que tienen su dinero bajo el colchón», sostuvo, Juan Piantoni, presidente de Ingot.

La empresa se instaló en la Argentina apenas cuatro meses después de que la pandemia azotara al mundo entero. Fue en octubre del 2019, cuando el ex socio fundador de Hausler, uno de sus principales competidores, decidió abrir su primera sucursal en Corrientes y Florida.

Según el ejecutivo, fuera del sistema bancario, que, calcula, maneja una oferta de 800.000 cajas de seguridad, existen aproximadamente 1,2 millones de usuarios de mercado potencial que buscan resguardar sus valores de manera privada.

Y son en los momentos de crisis y vaivenes económicos e inestabilidad en donde la demanda de este servicio crece, por eso no sorprende que este año Ingot mantenga su plan de expansión, aunque ahora, por la pandemia planea también llegar a los barrios donde está el ahorrista medio.

«Este año estimo que habrá un crecimiento en la demanda, porque en el contexto de pandemia, ya aprendimos a convivir con el virus y las elecciones en agosto siempre generan temor e incertidumbre que se traduce en más demanda de nuestro servicio», explicó.

La nueva sucursal, que abrirá al público el 17 de mayo, contará con un total de 1000 cajas, en cuatro tamaños diferentes y tecnología de vanguardia.

«Ya empezamos el proceso de preventa. Hay pocos bancos y poca disponibilidad en la zona por lo que la demanda es muy buena; ya tenemos acordado el 20% del total y calculamos superar el 80% de ocupación de acá a fin de año», concluyó.», indicó Piantoni.

La sucursal central en pleno microcentro cuenta con 6000 cajas de seguridad y contra todos los pronósticos la demanda, durante la cuarentena estricta se mantuvo estable, aunque del total disponible, aún hay vacancia.

«Estuvimos solo dos semanas sin poder operar, luego fuimos considerados esenciales y si bien hubo meses con mayor retracción, cerramos el 2020 por encima de las proyecciones estimadas», reconoció el ex Citi.

La flamante sede de zona norte, que demoró seis meses de obra, tendrá un servicio que operará las 24 horas los 7 días de la semana. «Nuestro diferencial son los sistemas de seguridad de última tecnología», resumió el especialista.

Para acceder a la caja de seguridad el cliente deberá pasar por un molinete de alta seguridad, detector de metales, varias puertas blindadas, e identificarse mediante reconocimiento de rostro que verificará si usa o no barbijo (de no usarlo no le permitirá el ingreso), huella dactilar e iris, y una vez frente a la bóveda automatizada, deberá presentar una tarjeta y pin personal, para finalmente abrirá la caja con su llave personal.

La locación no es casualidad; «hace seis años que estaba buscando un local en Nordelta, primero porque apuntamos a este público ABC1 y segundo porque en esta zona hay muy poco oferta disponible de este tipo», resumió.

Lo cierto es que Ingot busca abrir al menos 3 sucursales por año, un plan que se ve demorado por el contexto epidemiológico. «Estamos comenzando las obras en el barrio de Flores, porque entendemos que también hay un público ahí que necesita guardar sus objetos de valor», agregó.

El sistema de seguridad es de vanguardia

«Además tenemos previsto este año llegar a Córdoba, con una nueva sucursal en las afueras de la Capital. Ya para el año que viene estamos trabajando con Rosario y Parque Leloir en la zona oeste del Gran Buenos Aires», concluyó el empresario.

Por la pandemia, empresa de cajas de seguridad amplía su negocio de Nordelta a Flores

Apertura – 4 de mayo

La firma Ingot desembarca en dos semanas en zona norte. Además, tiene previsto este año abrir sucursales que apunte al ahorrista medio

En medio de la pandemia, Ingot, la empresa de cajas de seguridad privada continúa su plan de expansión. Con una inversión de u$s 1millón, la compañía abrirá su primera sucursal automatizada en Nordelta. A dos semanas de la apertura oficial ya se pre-acordó el alquiler del 20% de los espacios. Además, planean extender su negocio, a los barrios, donde está el ahorrista medio.

«Las cajas de seguridad de las entidades financieras históricamente tienen porcentajes de ocupación superiores al 90% y trabajan con lista de espera. Nosotros venimos a resolver ese problema y a ofrecerle la posibilidad de resguardar los ahorros a los miles de argentinos que tienen su dinero bajo el colchón», sostuvo, Juan Piantoni, presidente de Ingot.1

La empresa se instaló en la Argentina apenas cuatro meses después de que la pandemia azotara al mundo entero. Fue en octubre del 2019, cuando el ex socio fundador de Hausler, uno de sus principales competidores, decidió abrir su primera sucursal en Corrientes y Florida.

Según el ejecutivo, fuera del sistema bancario, que, calcula, maneja una oferta de 800.000 cajas de seguridad, existen aproximadamente 1,2 millones de usuarios de mercado potencial que buscan resguardar sus valores de manera privada.

Y son en los momentos de crisis y vaivenes económicos e inestabilidad en donde la demanda de este servicio crece, por eso no sorprende que este año Ingot mantenga su plan de expansión, aunque ahora, por la pandemia planea también llegar a los barrios donde está el ahorrista medio.

«Este año estimo que habrá un crecimiento en la demanda, porque en el contexto de pandemia, ya aprendimos a convivir con el virus y las elecciones en agosto siempre generan temor e incertidumbre que se traduce en más demanda de nuestro servicio», explicó.

La nueva sucursal, que abrirá al público el 17 de mayo, contará con un total de 1000 cajas, en cuatro tamaños diferentes y tecnología de vanguardia.

«Ya empezamos el proceso de preventa. Hay pocos bancos y poca disponibilidad en la zona por lo que la demanda es muy buena; ya tenemos acordado el 20% del total y calculamos superar el 80% de ocupación de acá a fin de año», concluyó.», indicó Piantoni.

La sucursal central en pleno microcentro cuenta con 6000 cajas de seguridad y contra todos los pronósticos la demanda, durante la cuarentena estricta se mantuvo estable, aunque del total disponible, aún hay vacancia.

«Estuvimos solo dos semanas sin poder operar, luego fuimos considerados esenciales y si bien hubo meses con mayor retracción, cerramos el 2020 por encima de las proyecciones estimadas«, reconoció el ex Citi.

La flamante sede de zona norte, que demoró seis meses de obra, tendrá un servicio que operará las 24 horas los 7 días de la semana. «Nuestro diferencial son los sistemas de seguridad de última tecnología», resumió el especialista.

Para acceder a la caja de seguridad el cliente deberá pasar por un molinete de alta seguridad, detector de metales, varias puertas blindadas, e identificarse mediante reconocimiento de rostro que verificará si usa o no barbijo (de no usarlo no le permitirá el ingreso), huella dactilar e iris, y una vez frente a la bóveda automatizada, deberá presentar una tarjeta y pin personal, para finalmente abrirá la caja con su llave personal.

La locación no es casualidad; «hace seis años que estaba buscando un local en Nordelta, primero porque apuntamos a este público ABC1 y segundo porque en esta zona hay muy poco oferta disponible de este tipo«, resumió.

Lo cierto es que Ingot busca abrir al menos 3 sucursales por año, un plan que se ve demorado por el contexto epidemiológico. «Estamos comenzando las obras en el barrio de Flores, porque entendemos que también hay un público ahí que necesita guardar sus objetos de valor», agregó.

dactilar

«Además tenemos previsto este año llegar a Córdoba, con una nueva sucursal en las afueras de la Capital. Ya para el año que viene estamos trabajando con Rosario y Parque Leloir en la zona oeste del Gran Buenos Aires«, concluyó el empresario.